por Cómite de Comunicación
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25 de junio de 2025
Este pasado domingo 8 de junio, nuestra Comunidad, a través de la Coordinación de Educación, Valores y Emprendimiento, celebró una edición más del Día Dona. Como cada año, el Centro Cultural Monte Sinai se transformó en un espacio de solidaridad, alegría y unión. Fue un día en el que quedó claro que cada persona, sin importar su edad o posibilidades, tiene algo valioso que aportar. La convocatoria fue clara: donar ropa, zapatos, útiles escolares, juguetes, medicamentos, despensas, sangre, cabello, cobijas, e incluso aportaciones monetarias para la Beneficencia de Monte Sinai. La respuesta fue tan generosa como conmovedora; más de 1,300 personas se sumaron con lo que tenían, porque entendieron que dar no se mide en cantidad, sino en intención. Niños, jóvenes y adultos llegaron cargados de donaciones, pero sobre todo, con la convicción de que incluso lo más mínimo puede ser mucho para quien lo necesita. Una pequeña aportación puede convertirse en esperanza. Un gesto sencillo puede cambiarle el día o la vida a alguien más. “No hay donativo pequeño cuando se entrega con el corazón, todo cuenta cuando se trata de ayudar al prójimo”, dijo Clara Baley, una de las organizadoras. “La verdadera fuerza de nuestra Comunidad no está en lo que tenemos, sino en lo que estamos dispuestos a compartir.” Gracias a la generosidad de nuestras familias, este año el Día Dona logró recabar 21 unidades de sangre, más de 1,500 bolsas de ropa, zapatos y juguetes y medicamentos; 100 mochilas, loncheras y estuches; articulos para bebes, 2 trenzas de cabello, y mucho más. Aunado a eso, la meta de recaudación monetaria de este año fue ambiciosa, pero gracias al esfuerzo de todos, ésta fue superada con creces. Cada granito de arena sumó a una montaña de solidaridad que hoy podrá ayudar a cientos de familias necesitadas en nuestra Comunidad y fuera de ella. Pero además, este Día Dona no solo fue un acto de dar, sino también una jornada llena de unión, alegría y aprendizaje. Hubo actividades para toda la familia, momentos emotivos, y un ambiente que confirmó que el verdadero valor es estar juntos por una causa mayor.